Cómo planchar una camisa en unos sencillos pasos
¿Quieres planchar una camisa, pero no sabes ni como empezar? No te preocupes, es mucho más fácil de lo que parece, basta con seguir unas sencillas reglas y un poco de práctica.
En esta guía te mostraremos en unos sencillos pasos cómo planchar una camisa rápidamente, para que luzcas impecable.
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- También puedes ver como planchar una camisa con una plancha vertical haciendo clic aquí.
Tabla de contenidos
Consejos antes de empezar a planchar la camisa
Antes de empezar a planchar una camisa (o cualquier prenda) debes asegurarte de que la tabla de planchar esté limpia. Además, debes comprobar la suela de la plancha y asegurarte de que no está manchada para que no ensucie la camisa. Si la plancha tiene marcas negras, límpialas con un poco de jabón, y si las marcas son amarillas, utiliza un paño empapado en vinagre blanco. Si no consigues limpiar la suela, puedes mirar aquí otras formas de hacerlo.
La mayoría de las camisas tienen una etiqueta que indica la temperatura a la que deben plancharse. Sigue estas instrucciones y ajusta tu plancha a la temperatura que indica. Si no entiendes el significado de los símbolos de planchado puedes mirar nuestra guía.
Para facilitar el planchado, puedes vaporizar agua sobre toda la camisa, ayudándote de una botella de spray.
Por último, recuerda desabrochar la camisa (incluidos los puños) antes de empezar a planchar.
Pasos para planchar una camisa rápido y que quede perfecta
1. El cuello
Empieza a planchar la camisa por el cuello levantándolo y dándole la vuelta. Si se trata de una camisa de vestir, asegúrate de retirar las ballenas que le dan cuerpo. Las ballenas son esas varillas de plástico o acero que se insertan en el cuello. Si están cosidas déjalas allí.
Coloca el cuello sobre la tabla, manteniéndolo recto y estirado con la parte exterior hacia arriba, y plancha de un lado al otro. Evita realizar movimientos curvos, ya que podrían producirse pliegues que darían lugar a arrugas. Después dale la vuelta a la camisa y plancha el interior del cuello si es necesario.
2. Los puños
Una vez que hayas terminado con el cuello, pasa a los puños de las mangas, abriendo todos los botones y comenzando el planchado por el interior.
En el caso de tener puño doble para gemelo, colócalo boca abajo desplegado del todo y plánchalo. A continuación, para conservar su forma original, dóblalo por la mitad.
3. Las mangas
Comienza por colocar la manga bien estirada sobre la tabla de planchar, alineando los dos lados de las costuras. Desliza la plancha en una sola dirección (que debe ser la opuesta al punto donde sujetas la camisa) para que los pliegues se extiendan. Para evitar que se formen marcas, procura no planchar por los bordes. A continuación, repite la operación en el lado opuesto de la manga.
Para el planchado de las mangas es preferible utilizar una “mini” tabla específica para esa tarea, que es prácticamente igual a una tabla de planchar normal pero mucho más pequeña. Solamente tendrías que introducir las mangas estiradas y plancharlas, sin riesgo a que se formen pliegues.
Sin embargo, si no tienes una, puedes hacer igualmente un buen planchado, teniendo cuidado de no pasar la plancha por los bordes de la manga: el riesgo es que se forme un gran pliegue desde el hombro hasta la muñeca que luego será difícil de eliminar.
4. Los hombros
Este paso requiere usar la punta de la tabla. Introduce el cuello de la camisa por la punta de la tabla hasta ocupar el hombro, de modo que la manga de la camisa quede colgando de la punta de la tabla hasta casi tocar el suelo. Ten cuidado de no meter en exceso la manga por la tabla, no debe quedar presionada.
Ahora, con las manos, adapta la camisa a la forma de la tabla, y seguidamente (sin prestar atención a las costuras) plancha el hombro por encima. Después pasa al segundo hombro, repitiendo el mismo proceso.
5. Parte frontal
La zona del pecho es la parte más visible de la camisa, así que debes plancharla con bastante vapor, y asegurarte de que no queden arrugas.
Ayudándote de la forma redondeada de la tabla, coloca encima la zona del pecho de los ojales, dejando el resto de la camisa colgando, y plancha de arriba abajo, con movimientos rectos. A continuación, haz lo mismo con el otro lado de la camisa, teniendo cuidado de no pasar la plancha por encima de los botones, para que no se quemen ni dejen una marca en la camisa. Para protegerlos del calor puedes taparlos con un dedal o una cuchara pequeña. Otra opción es planchar solamente por el lado opuesto a los botones.
6. La espalda
Para planchar la espalda volvemos a aprovecharnos de la forma de la tabla, encajando la camisa boca abajo, con el cuello en la punta de la tabla. De este modo, la parte trasera de la camisa ocupará toda la tabla de planchar. Deberás de ir extendiéndola por la superficie de la tabla según vayas avanzando con el planchado de la espalda.
Si la camisa tiene una pinza en la espalda, plancha a los lados de esta y estírala cuidadosamente con los dedos para que el planchado no quede con marcas.
Después de plancharla…
Una vez planchada, cuelga la camisa en una percha y espera a que se absorba el vapor antes de volver a guardarla en el armario.
Si, por el contrario, tienes que doblarla, procede la siguiente manera: cierra un botón y otro no, toma la camisa por los hombros y colócala con los botones hacia la tabla de planchar.
En este punto, dobla un lado hacia el centro de la espalda y dobla la manga sobre él. Haz la misma operación en el lado opuesto asegurándote de que los lados estén simétricos. Termina llevando la parte inferior hasta debajo del cuello.
¿Cómo se plancha una camisa? Ahora que conoces las técnicas y los trucos, ¡solo tienes que ponerte a prueba!