¿Cómo usar la plancha vertical?
La plancha vertical es una fantástica alternativa a la plancha tradicional, más rápida y fácil de usar, aunque requiere saber algunas sencillas reglas básicas y tener cierta práctica para usarla correctamente.
Si has comprado recientemente una plancha vertical o estás pensando en hacerlo, pero no estás segura/o de cómo utilizarla, no te preocupes. En esta guía aprenderás cómo usar la plancha vertical en varios pasos muy sencillos, da igual si tienes un modelo de Rowenta, Philips, Ufesa o cualquier marca.
Tabla de contenidos
Pasos para usar una plancha de vapor vertical
1. Revisa que prendas se pueden planchar
Una de las ventajas del cepillo de vapor o plancha vertical es que reduce al mínimo las posibilidades de estropear las prendas, pero, aun así, es recomendable comprobar siempre primero la etiqueta de la ropa para ver si se puede planchar y si indica alguna sugerencia de temperatura. Las mejores telas para vaporizar con la plancha vertical son el algodón, el lino y algunas telas sintéticas como el poliéster.
Ten cuidado al vaporizar lana, seda, gasa y terciopelo. Revisa las instrucciones de cuidado en la etiqueta y considera la posibilidad de vaporizar la tela al revés. No planches gamuza, cuero o prendas que requieran limpieza en seco. Si no sabes si la prenda se puede planchar con vapor, prueba primero con cuidado a vaporizar en una esquina pequeña de la prenda.
Ten en cuenta que, según la potencia de tu plancha vertical, podría resultarte difícil eliminar las arrugas muy profundas y de telas gruesas como vaqueros. Para este tipo de tejidos, suele ser mejor utilizar una plancha tradicional o un centro de planchado.
2. Agrupa las prendas por tipo de tejido
Te recomiendo que separes y clasifiques las prendas por tipo de tejidos, por ejemplo: agrupar las prendas de seda, algodón, terciopelo, etc. De este modo llevarás un orden de planchado y no necesitarás ir ajustando el nivel de vapor en cada prenda.
Algunos centros de planchado verticales más avanzados, como el IXEO Power QR2020 de Rowenta, regulan el nivel de vapor automáticamente en función del tipo de tejido, por lo que te evita realizar este paso, aunque son pocos los modelos con esta característica.
3. Prepara la plancha vertical
Como es lógico, sin agua no habrá vapor, así que debes rellenar la plancha de agua y asegurarte que nunca te falte. Si dispones de un modelo con sistema anti-cal, puedes rellenarla directamente con agua del grifo; aunque en el caso de que el agua de tu zona sea muy dura, sería recomendable mezclarla con agua destilada.
No utilices exclusivamente agua destilada a menos que lo indique en el manual de instrucciones de tu plancha vertical, porque podrías dañarla después de varias semanas o meses de uso. Si tienes más dudas al respecto puedes mirar nuestra guía sobre que agua se debe usar para planchar.
4. Cuelga la prenda
Para planchar con plancha vertical es muy recomendable colgar la ropa, de ese modo te será mucho más fácil eliminar las arrugas. La mayoría de los centros de planchado verticales incorporan un soporte para colgar la ropa a diferentes alturas, pero los modelos portátiles, como es lógico, carecen de cualquier tipo de soporte.
Usa una percha para colgar la prenda, pero a una altura que quede completamente extendida y que te sea cómoda, de modo que alcances fácilmente con la plancha vertical a todas partes y puedas maniobrar con facilidad. Puedes colgarla, por ejemplo, en el gancho de una puerta e incluso la barra de ducha del cuarto de baño.
5. Enciende la plancha vertical
El siguiente paso es encender y ajustar la plancha vertical. La mayoría de los modelos tienen diferentes niveles de vapor para seleccionar dependiendo del tipo de tela a vaporizar. En el manual de instrucciones de la plancha debería indicar el nivel adecuado para todos los tipos de tejidos.
Empieza planchando las prendas más delicadas, que requieran el nivel de vapor más bajo, hasta llegar a los tejidos que exijan los niveles de vapor más altos.
La mayoría de los vaporizadores de ropa tienen una luz para indicar cuando el aparato está listo para usarse. No lo utilices antes de que esté listo, de lo contrario podría salpicar el agua en las prendas y tardar más en secarse, e incluso podría dejar manchas.
6. Pasa la plancha vertical sobre las prendas
Una vez que la plancha esté lista, ya puedes empezar a pasarla por la prenda. Empieza por abajo y ve subiendo hacia arriba, siempre llevando un orden. Haz movimientos cortos, de abajo a arriba y de arriba a abajo, intentando no dejarla demasiado tiempo en el mismo lugar. Con la otra mano ve tensando un poco la prenda, pero ten cuidado de no rociarte vapor, porque podrías quemarte la piel.
Un error muy común es presionar el cabezal de la plancha contra la prenda, bloqueando así la salida del vapor. La plancha vertical no funciona igual que una plancha tradicional, por lo que no necesitas hacer presión; además, si se tapa la salida del vapor, el planchado no será tan efectivo y quedarán marcas de agua en la prenda.
Para evitar tapar la salida, basta con inclinar el cabezal ligeramente hacia delante, de modo que solo la esquina superior del cabezal toque la tela, tal como se aprecia en la siguiente imagen.
La mayoría de las planchas verticales incluyen como accesorio un cepillo que se acopla al cabezal para ayudar a abrir el tejido y que penetre mejor el vapor, utilízalo si notas que te cuesta alisar las telas más gruesas. Con este accesorio no necesitas inclinar el cabezal, ya que deja suficiente espacio entre la tela y la salida del vapor.
7. Deja que las prendas se sequen
Al terminar de planchar notarás que la ropa está un poco húmeda, esto es completamente normal; deja que se seque de 5 a 10 minutos antes de doblarla o usarla, para evitar que se formen nuevas arrugas.
8. Limpia y guarda la plancha vertical
Una vez hayas terminado, desenchufa la plancha y deja que se enfríe. Una vez fría ya podrás vaciar el depósito y limpiarla de forma segura. De este modo evitarás que la suciedad se acumule en el aparato, prolongando así su vida útil.
Consejos adicionales para usar la plancha vertical
Ahora ya sabes cómo planchar con una plancha vertical, pero aún tenemos que darte algunos consejos extras importantes:
No te quemes con el vapor
Por muy útil y práctico que sea el vaporizador de ropa, hay que tener cuidado al manejarlo. Recuerda que el agua se convierte en vapor a partir de los 100 °C, por lo que puede causar quemaduras en la piel. Asegúrate de que no haya niños cerca cuando lo estés utilizando, ya que pueden sentir curiosidad.
Algunos modelos de planchas verticales traen un guante para proteger la mano, aunque también se pueden comprar por separado a un precio muy económico. Yo personalmente no lo uso porque voy con cuidado de no quemarme, pero nunca está de más saberlo, sobre todo si estás aprendiendo.
Ten cuidado con la ropa de color
Debido a las altas temperaturas que alcanza el vapor, existe cierto riesgo de que el tinte de la ropa se ablande y se desprenda del tejido si no está bien fijado. Comprueba siempre en la etiqueta la temperatura a la que puedes vaporizar la ropa para evitar que se destiña.
También puedes probar a vaporizar en una parte pequeña y oculta de la prenda, y si ves que el color no se destiñe, sabrás que es seguro emplearlo en el resto de la prenda.
¿Para qué más se pueden usar las planchas verticales?
Las planchas verticales, además de para planchar, también pueden utilizarse ocasionalmente para otras tareas domésticas:
Refrescar las cortinas o la ropa de cama
Con las planchas verticales no solo puedes eliminar las arrugas de las cortinas o ropa de cama, también son útiles para refrescarlas. De hecho, pueden ayudarte a deshacerte de los malos olores, los insectos e incluso los ácaros.
Cuando quieras eliminar los malos olores de tu sofá, simplemente utiliza un vaporizador de ropa para desinfectarlo y librarte de las bacterias.
Eliminar los restos de comida y grasa
El cepillo de vapor también puede ser útil para eliminar los restos de comida y grasa gracias al vapor caliente. Para ello, tienes que apuntar la boquilla de la plancha hacia la superficie o el electrodoméstico grasiento; después te resultará más fácil limpiarlo con un paño.
Este truco puede ser muy útil para limpiar las encimeras de cristal, donde el uso de un limpiador abrasivo puede dañarlas.
Quitar el papel pintado o pegatinas
Los vaporizadores para ropa hacen maravillas cuando se trata de eliminar papeles pintados y pegatinas. Aplica el vapor sobre las etiquetas o pegatinas de los frascos de vidrio, las ventanas, e incluso los papeles pintados, ¡y observa cómo se derriten!
Aunque es un método muy efectivo, ten cuidado al emplearlo y asegúrate de que la superficie sobre la que trabajas pueda soportar el calor.
Desinfectar superficies
Con la plancha vertical no solo puedes desinfectar tu ropa, también superficies sólidas como fregaderos, los mangos de los electrodomésticos, la encimera, etc., sin necesidad de utilizar ningún producto químico.
Descongelar rápidamente el congelador
Tal vez no lo sabías, pero puedes usar la plancha vertical para descongelar tu congelador rápidamente. ¿Cómo es eso posible? Simple, aprovechando el calor que produce para derretir el hielo. Unas cuantas ráfagas de vapor son suficientes para despegar el hielo.
Limpiar la alfombra
¿Has descubierto manchas en tu alfombra? Pues puedes usar la plancha de mano a vapor para ablandarlas y hacer que se desprendan más fácilmente. Para emplearlo en la alfombra, mantén el aparato a una distancia mínima de 15 centímetros de la mancha y deja que emita vapor durante 30 segundos. A continuación, utiliza una toalla o paño limpio para secar la zona. Repite la operación tantas veces como sea necesario hasta que la mancha deje de ser visible.
Es posible que sigas teniendo que utilizar un quitamanchas, sin embargo, la plancha vertical reduce la profundidad de la mancha, facilitando su eliminación.